Gente amable, estilo medieval y mucha naturaleza: Schiltach se llevó rápidamente a tu corazón.
La imagen pintoresca de las fachadas de entramado de madera, los callejones sinuosos y los rincones acogedores ofrecen el escenario ideal para una reunión acogedora en uno de los bonitos cafés y restaurantes. Un lugar ideal para escapar de la vida cotidiana y dejar que su mente divague.
Quienes se quedan aquí pueden emprender un viaje al pasado: cuatro museos, numerosos mercados tradicionales y festivales invitan al visitante a hacerlo.
La ciudad de Schiltach está rodeada de pintorescas montañas boscosas y tiene una ubicación idílica en la confluencia de los ríos Schiltach y Kinzig. Aquí puede disfrutar de la tranquilidad y el encanto de la ciudad perfecta en cualquier época del año.